Guía definitiva: posiciones para dormir

Posiciones para dormir

Si te despertás con el cuello duro y con un dolor que te acompaña por el resto del día, seguramente te preguntarás qué podés hacer para mejorar tus noches de descanso y evitar que esto siga pasando. Ya sea que duermas boca arriba, boca abajo o de costado, es momento de analizar la posición en la que usás tu almohada y la forma en que dormís.

No es ninguna novedad: tus hábitos de sueño podrían aumentar el dolor de cuello o incluso causarlo. Por suerte, encontrar la forma correcta de acomodar tu cabeza en la almohada podría significar un “hasta nunca” a ese dolor tan molesto.

Beneficios de cada posición

Espectaculares eran los momentos en los que podíamos dormir de la forma que sea; daba igual si era en un colchón, un sillón, una silla o en el asiento de un auto. A medida que crecemos, el descanso y la forma en la que dormimos se vuelve un momento clave para nuestra postura y, por ende, para la salud.

Boca arriba:

Si hablamos de prevenir el dolor de cuello, es la posición que gana por goleada. Al mantener todo el cuerpo alineado y el peso distribuido uniformemente, es ideal para cualquier persona que sufra de congestión nasal o de dolor de espalda.

De costado: 

 Segunda en el ranking, pero la más popular. Con más del 60% de las personas practicándola cada noche. Dormir de costado es excelente para promover la salud de la columna (siempre que se haga de forma correcta), además ayuda cuando tenemos acidez estomacal o se nos escapan algunos ronquidos por la noche.

Boca abajo:

  Esta posición es la peor para el cuello y la columna vertebral, ya que para poder respirar bien, tenemos que girar la cabeza hacia algún costado, contorsionando el cuello de maneras no muy recomendables. Además, la espalda queda desalineada y sin apoyo. En conclusión, si esta es tu posición favorita, andá haciéndote a la idea de cambiarla.<

Consejos para un descanso ideal

Ahora que ya sabés las ventajas y desventajas de cada posición, te contamos cómo optimizar cada una y así sacarle todo el jugo para tener un mejor descanso.

Dormir de costado: Cuando dormís de costado, la función de tu almohada tiene que ser mantener el cuello alineado con el resto del cuerpo. Es importante que tanto tu cuello como tu columna formen una línea recta sin sentir presión en el cuello. Por lo que la almohada no debería ser ni muy alta ni muy baja. Una solución para alinear las partes del cuerpo podría ser conseguir una almohada más grande.

Dormir boca arriba: Si dormís de esta forma, estás cada vez más cerca del descanso perfecto. Lo que tenés que tomar en cuenta para alcanzarlo es la posición de tu almohada.

Podés probar poniendo alguna almohada chiquita abajo del cuello, ayudando así a alinear la columna y el resto del cuerpo. Otra forma de optimizar esta posición es agregar una almohada chiquita abajo del cuello, ayudando así a alinear la columna y el resto del cuerpo.

Otra forma de optimizar esta posición es agregar una almohada gruesa abajo de las rodillas o los muslos, haciendo que las piernas estén más sostenidas y que los músculos se relajen.
Dormir boca abajo:

Para las personas que duermen boca abajo, también recomendamos una almohada debajo del estómago o la pelvis para ayudar a alinear la columna y darle apoyo correcto al cuello (pudiendo incluso prevenir el dolor de hombros).

La almohada juega un papel fundamental a la hora de prevenir el dolor de cuello y darnos el mejor descanso. Ya sabés que la altura de la almohada es clave según la posición en la que duermas, pero también influye su material.

En Cruz Hogar contamos con una amplia variedad de almohadas que se pueden adaptar a cada una de tus necesidades. Porque además del colchón, la elección de la almohada es algo que siempre se tiene en cuenta. Tenemos asesores que te pueden ayudar a que tu sueño sea placentero. Visitanos en nuestras sucursales de Berazategui y escribinos al whatsapp.