Si decidiste comprar un colchón nuevo y tenés la costumbre de usar la laptop en la cama, es posible que te preguntes si esta práctica es adecuada. En la era digital en la que vivimos, es común ver a muchas personas trabajando, estudiando o disfrutando de entretenimiento en sus notebooks, incluso desde la comodidad de la cama.
Sin embargo, esta costumbre puede no ser la mejor opción desde varias perspectivas. En Cruz Hogar te explicamos por qué usar la laptop en la cama puede no ser lo más recomendable y te damos algunas recomendaciones para quienes elijan hacerlo de manera ocasional o no tengan otra opción.
¿Cuáles son los riesgos de usar la Notebook en la cama?
Usar la laptop en la cama es una práctica común debido a la comodidad que ofrece. Especialmente en días fríos o cuando no te sentís bien, trabajar o relajarte desde la cama puede ser muy tentador. La flexibilidad en cuanto a la postura también es un atractivo, permitiendo encontrar y cambiar posiciones cómodas.
Sin embargo, este hábito tiene desventajas importantes. Las camas no proporcionan el soporte adecuado para la espalda y el cuello, lo que puede llevar a dolores y problemas posturales a largo plazo. Además, las notebooks necesitan ventilación adecuada para evitar el sobrecalentamiento. Usarlas en la cama, donde las mantas y almohadas pueden bloquear las salidas de aire, puede causar sobrecalentamiento y dañar el dispositivo.
El uso de la computadora en la cama también puede afectar negativamente la calidad del sueño. La luz azul de las pantallas puede interferir con la producción de melatonina, dificultando conciliar el sueño y afectando la calidad del descanso nocturno. Esto puede llevar a un ciclo de sueño interrumpido y a la fatiga durante el día.
Aunque trabajar desde la cama puede parecer productivo, en realidad puede tener el efecto contrario. La comodidad excesiva puede llevar a la procrastinación y a una menor concentración en las tareas. Además, la falta de una separación clara entre el espacio de trabajo y el de descanso puede dificultar la desconexión mental del trabajo, afectando el equilibrio entre la vida personal y laboral.
¿Cómo podés usar la notebook en la cama de manera segura?
Si decidís usar la laptop en la cama, seguí estas recomendaciones para minimizar los riesgos asociados:
Usá una mesa para laptop
Invertir en una mesa para laptop diseñada para usar en la cama puede proporcionar una mejor ventilación y una superficie más estable para tu dispositivo. Esto también puede ayudarte a mantener una postura más ergonómica.
Ajustá tu postura
Intentá mantener una postura lo más ergonómica posible. Usá almohadas para apoyar tu espalda y cuello, y asegurate de que la pantalla de la laptop esté al nivel de tus ojos para evitar tensiones en el cuello.
Limitá el tiempo de uso
Tratá de no usar la laptop en la cama durante períodos prolongados. Establecé límites de tiempo y tomá descansos regulares para estirarte y moverte.
Usá filtros de luz azul
Para minimizar el impacto en tu sueño, considerá usar filtros de luz azul en tu pantalla o gafas con filtro de luz azul, especialmente si usás la laptop antes de dormir.
Establecé un horario fijo
Intentá establecer un horario fijo para usar la laptop en la cama. Esto ayuda a crear una rutina que puede facilitar la desconexión mental del trabajo y evitar el uso excesivo de la laptop en momentos destinados al descanso.
Mantené tu entorno ordenado
Asegurate de que tu entorno esté libre de desorden. Un espacio ordenado puede contribuir a una mayor concentración y productividad, además de reducir el estrés. Mantené solo lo esencial cerca de vos para evitar distracciones innecesarias.
Usá una almohadilla para el teclado
Colocar una almohadilla bajo el teclado puede ayudar a mantener una posición más ergonómica de las muñecas y las manos, reduciendo la posibilidad de lesiones por esfuerzo repetitivo.
Ahora sabés qué tan recomendable es usar la laptop en la cama. Esto puede ofrecer comodidad y flexibilidad, pero también conlleva riesgos significativos para la salud y la productividad.
Es importante ser consciente de estos riesgos y tomar medidas para mitigarlos. Implementar prácticas ergonómicas y limitar el tiempo de uso puede ayudar a disfrutar de las ventajas de trabajar desde la cama sin comprometer tu bienestar.