5 Recomendaciones para mejorar la calidad de descanso en niños y bebés

Buen descanso de niños y bebes

Un buen descanso en niños y bebés es fundamental para su crecimiento, ¡y también para los padres y la familia entera! Muchos papás y mamás se enfrentan al desafío de lograr un sueño reparador para los más pequeños de hogar.

Importancia del descanso para niños y bebés

El descanso en niños y bebés desempeña un papel fundamental en su crecimiento, desarrollo y bienestar general. Aunque veas a tu pequeño rendido por fuera, su cuerpo y cerebro están procesando información, consolidando datos, reparando células y restaurando tejidos. Algunos beneficios del buen descanso en niños y bebés son:

  1. Crecimiento y formación de los huesos
  2. Robustecimiento del sistema inmune
  3. Consolidación de la memoria
  4. Fortalecimiento de las conexiones neuronales
  5. Aprendizaje, atención y concentración
  6. Regulación de los niveles de hormonas relacionadas con el estrés
  7. Equilibrio emocional
  8. Mayor energía y vitalidad
  9. Menos riesgo de diabetes y obesidad
  10. Apetito equilibrado

Todos estos beneficios hacen que valga la pena buscar herramientas, recursos y formas para que los niños y niñas del hogar tengan un descanso de calidad.

¿Cuánto tiempo debe dormir un niño?

Seguramente te has preguntado si es normal que tu hijo duerma más de ocho horas o menos que eso. Esto pasa porque el descanso de los niños es diferente al de los adultos y cambia a medida que crecen y se desarrollan.

La tabla genérica de horas de sueño saludable para un niño es:

  1. Recién nacidos (de 0 a 3 meses): Se estima entre 14 y 17 horas de sueño de manera entrecortada a lo largo del día debido a la alimentación y el cambio de pañales.
  2. Bebés (de 4 a 11 meses): Entre 12 y 15 horas de sueño durante el día y la noche. Descansan periodos más largos durante la noche y hacen varias siestas durante el día.
  3. Niños pequeños (de 1 a 2 años): Descansan entre 11 y 14 horas diarias. Esto incluye una siesta que puede durar hasta 3 horas.
  4. Niños en edad preescolar (de 3 a 5 años): Duermen entre 10 y 13 horas. Por lo general, siguen teniendo una siesta que puede durar de 1 a 2 horas.
  5. Niños en edad escolar (de 6 a 12 años): Descansan entre 9 y 12 horas. La siesta se vuelve más corta.

Es importante aclarar que no todos los niños son iguales. Algunos duermen más, son menos dispersos o su sueño es más profundo que otros. Por eso, no es necesario preocuparte si tu hijo o hija descansa de manera diferente a su hermano o primo. Lo importante es que puedas ver el patrón y reconocer cuándo cambia y su causa. Aún así, siempre es bueno consultar con el pediatra si lo que observas es llamativo o si tiene dificultades para descansar de manera prolongada.

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